La cuarta revolución industrial y la Transformación Digital

Por: Creasio Bitán | 28 de abril de 2021

line

Quizás habrás leído o escuchado de la transformación digital, si no, no te preocupes; este primer artículo del blog de Creabit tratará de hacer una visión general para que te subas al carro y quedes en sintonía con uno de los procesos de cambio tecnológico más importantes de la historia.

La transformación digital es la integración, adaptación y cambio de los procesos tradicionales de producción y servicios hacia la nube digital y sistemas digitales; en los que vivimos de manera creciente como sociedad. Desde el vendedor de papas en la feria hasta quienes crean microchips para sondas espaciales pueden ya estar participando de este cambio global. ¿Pero qué es una nube digital? ¿Cómo se pueden integrar procesos tan dispares? ¿No que el internet existe hace rato? Sigue leyendo, ¡y ten presente que probablemente participas ya de este proceso mundial sin darte cuenta!

La Cuarta Revolución Industrial

Klaus Schwab, un economista alemán famoso por ser el fundador del Foro Económico Mundial también llamado Foro de Davos, por donde anualmente en Suiza se juntan empresarios, líderes políticos y académicos para buscar soluciones a problemas mundiales) publicó en 2016 un libro llamado la “La Cuarta Revolución Industrial” (lo puedes encontrar aquí) donde por vez primera se usó el término “Cuarta Revolución Industrial”, así que si ya lo habías escuchado antes, ten presente que no tiene más de 5 años. ¡La cuarta revolución industrial podría ser más nueva que la última serie de televisión que has visto!

Schwab en ese libro postula que estamos en pleno proceso de revolución, el cuarto de hecho, que cambia totalmente todo lo que antes se tenía por establecido, una revolución que vendría tras otras 3 revoluciones industriales por las que ha pasado (¡O está pasando!) la humanidad, clasificadas por Schwab (que en todo caso, hace eco de otras clasificaciones previas hechas por historiadores). Estas revoluciones tienen como protagonistas principales a todos los trabajadores del mundo y quienes se benefician de sus tecnologías, lo que indican su naturaleza principalmente económica pero también social. Hagamos un viaje por la historia de las otras tres revoluciones y la cuarta que estaría pasando en este instante, prepárese un café o té a gusto mientras:

Primera revolución Industrial

imagen

Esta es la típica que se nos viene en mente cuando escuchamos sobre revolución industrial: grandes chimeneas y usinas fundiendo hierro 24/7, locomotoras siendo inauguradas por señoras con quitasoles y caballeros con grandes sombreros de copa y gigantescos engranajes con Chaplin haciendo malabares entre ellos.

Esto y más tuvo esta primera revolución, que transformó prácticamente todos los procesos de producción y transporte por la creación del motor de vapor y mecanización, así como cambios en las sociedades donde se originaron e implementaron. Trabajos milenarios como el de constructor de carrozas o el de las hilanderas de telar quedaron obsoletos en pocas décadas, ¡casi todos se fueron a trabajar a las mismas fábricas de los productos que los reemplazaron!).

Comenzó por 1760 (con la invención del motor de vapor condensado de Watt ) y llegó a su peak y consolidación en Inglaterra su lugar de origen por 1840 con “la era de las locomotoras”. Llegó mucho más tarde a países ex-coloniales o en desarrollo como el nuestro (siendo su peak acá en Chile por la era del salitre, de 1860 a 1890) o Rusia donde llegó allá por 1880. El término “revolución industrial” en sí mismo, fue creado por el historiador británico Arnold Toynbee en sus clases de los 1870’s.

imagen

De esta era nacieron las primeras fábricas y sus máquinas (los tornos, telares mecánicos, etc.), los prototipos de los vehículos modernos (trenes y barcos a vapor, intentos de automóvil y las primeras máquinas voladoras), la ropa y textiles modernos, el asfalto, nuevos productos químicos, etc. Los cambios no fueron sólo en los modos de producir, también en cómo se pensaba la sociedad, la economía, incluso la religión. Tanto el capitalismo como el comunismo o nuestra misma independencia como país serían impensables sin revolución industrial (se originaron por esa época) Todo cambió en unas pocas décadas, y volvería a cambiar más adelante. El mundo se iba haciendo cada vez más eficiente y rápido.

Segunda revolución Industrial

imagen

Esta fue la revolución del transporte, telecomunicaciones y la electricidad. Se originó con la era de las locomotoras (1840-1870) donde cada año los países industriales prácticamente duplicaban sus líneas de trenes, y se considera que terminó por el período entreguerras (1918-1936). Ya se había consolidado en casi todo el mundo la creación de fábricas, incluso en nuestro país donde surgían minas y fábricas de fertilizantes en el norte (que nos llevó a la guerra del pacífico). Michael Faraday en 1831 hizo su primer prototipo del transformador, que convierte energía mecánica en eléctrica, la base hasta la fecha de la generación eléctrica ¡Hasta los reactores nucleares y molinos eólicos tienen que girar una turbina para generar electricidad!. Una vez masificadas las locomotoras, trenes a vapor por 1843 Samuel Morse consiguió sus primeros fondos para la creación de una línea de telégrafo usando su famoso código para comunicar mensajes de manera instantánea.

En 1876 Alexander Graham Bell patentó el teléfono, luego Nikola Tesla y Thomas Edison que desarrollaron la ampolleta en 1878, por los 1880 's primero en colaboración y luego en abierta guerra sin cuartel desarrollaron los primeros sistemas de distribución eléctrica masiva iluminando las ciudades. Luego Daimler y Benz crearon por 1890’s los primeros diseños de motocicletas y automóviles. Así en menos de 40 años desde el origen de las locomotoras de vapor por todo el mundo surgieron las ampolletas, la electricidad.

imagen

Esta era de avance en transporte, y telecomunicaciones hizo al mundo más pequeño, y esto provocó cambios en cómo la gente veía el mundo. Finalmente, con la Primera Guerra Mundial (1914 a 1918) apareció la radio (usada en un comienzo con fines militares), los aviones de uso masivo, tractores y tanques, los refrigeradores y electrodomésticos. Noticias que antes se demoraban meses en llegar de una parte del mundo, ahora se podían tener de un día para otro ¡O podrían incluso verse en el cine que también surgió en esta época!. El mundo se hizo mucho más pequeño.

Tercera revolución Industrial

imagen

Después de una “pausa”, del período entreguerras en el que igualmente se siguieron desarrollando las tecnologías de las revoluciones industriales anteriores y las que vendrían más adelante (el trabajo de grandes científicos como Albert Einstein, Richard Feynman) ; al terminar la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) surgieron con fuerza dos tecnologías que marcarían el desarrollo de las próximas décadas: La energía nuclear (que quedó en evidencia al mundo con las explosiones nucleares de Hiroshima y Nagasaki) y los computadores modernos (desarrollados para cálculos y codificación de información) que llevaban lentamente desarrollándose desde hacía 100 años. Las tecnologías ya se dejaron de desarrollar por personas individuales por su creciente complejidad. La energía nuclear fue un esfuerzo de docenas de científicos en el “Proyecto Manhattan” como, y la computación por parte de laboratorios como el del Dr. Alan Turing o los laboratorios de IBM. Esta revolución primero partió con las grandes corporaciones y gobiernos que podían pagar el desarrollo de computadores (que entonces ocupaban una pieza completa para hacer cálculos similares a los de una calculadora de mano moderna) y la energía nuclear sólo para reactores nucleares.

La Guerra Fría (1946-1991) entre la Unión Soviética y Estados Unidos, los dos grandes ganadores de la SGM, provocó el avance acelerado de estas tecnologías y con ello su masificación. Parte fundamental de este proceso fue la “Carrera Espacial” entre 1955 y 1975 en que las potencias buscaban mostrar ante el mundo su control y dominio sobre el espacio, muchísimas tecnologías se desarrollaron para llevar al ser humano a las estrellas. Surgió la fabricación automatizada con uso de robots que cambiaría hasta la fecha el cómo se desarrollan los productos en masa.

imagen

Muchísimas tecnologías que usamos hoy en día (e incluso ya van en retirada) surgieron en esta época: la televisión, los celulares, los computadores portátiles (gracias a los avances de Apple y Microsoft en los 80’s), los microondas, etc. Esta revolución culminó con el desarrollo de la World Wide Web, el “WWW” en 1990 por el CERN (que se hizo pública recién en 1993) creó el internet, lo que acompañado por el desarrollo de computadores de bajo costo y luego de celulares con acceso a internet ha cambiado y sigue cambiando la forma en cómo nos relacionamos e informamos en nuestro mundo. Es probable que muchos de nuestros lectores aún se acuerden de las engorrosas conexiones con teléfonos chirriantes a estos primitivos sistemas en su casa o cibercafé.

Hasta aquí es donde vivía la gran mayoría de nuestro país y el mundo hasta la pandemia de COVID 19. Muchísimos locales e industrias han tenido que adaptarse en las últimas décadas o siguen adaptándose hacia internet, haciendo los primeros pasos de transformación hacia la digitalización. La pandemia ha acelerado este proceso a pasos agigantados, disminuyendo la brecha entre el mundo físico y el digital.

Cuarta revolución Industrial

imagen

La cuarta revolución industrial, también llamada “revolución digital” o la Industria 4.0 es la que se está viviendo cada vez con más fuerza y que habría comenzado con la masificación de internet a bajo costo a mediados de las décadas del 2000 y 2010. Schwab en su libro mencionó que esta revolución industrial provendría de la masificación de “sistemas ciber físicos” , más como este término no explica mucho, diremos que es cuando se diseñan, crean y modernizan intencionalmente modos de producción y servicios que tienen como centro el uso de tecnologías digitales. Es como si todas las cosas ahora se conectaran a internet, de ahí viene el término crucial que probablemente ya habrás escuchado “internet de las cosas”.

Más la revolución digital no sólo es producto de internet en sí mismo. Los desarrollos en servidores informáticos (en especial gracias a Amazon y Google ), inteligencia artificial, robótica, sistemas de encriptado y automatización juegan parte fundamental de este proceso. Todo esto suena a ciencia ficción, pero estas tecnologías ya están aquí, con décadas de desarrollo a sus espaldas y con el empuje de la pandemia se espera que sea la industria más grande del mundo por las próximas décadas. En 2019 valía US$79 mil millones de dólares, y se espera que valga el doble o más de US$160 mil millones. Y lo más probable que estos pronósticos se queden cortos.

El mundo ya comenzó a cambiar, quizás de la manera más radical que desde la primera revolución industrial. Tecnologías como los delivery (Rappi, Pedidos Ya) y servicios de transporte como Uber o Cabify, los dispositivos que te escuchan a distancia como Alexa o Siri, las criptomonedas, y las tiendas online con recomendaciones a medida como Amazon son producto de las tecnologías de esta época. No sólo hay cambios en lo económico, también hay cambios en lo social. ¿Te gustaría ser parte de esta revolución digital? Sigue leyendo este artículo para estar informado.

El “Internet de las cosas” IoT

Si bien el término “internet de las cosas”, IoT por sus siglas en inglés (Internet of Things) fue propuesto en 1999 en el MIT, sólo comenzó a hacerse realidad en la década del 2010’s cuando aparecieron conexiones Wifi (internet inalámbrico) y Bluetooth (transmisión por radiofrecuencia) de “alta” capacidad como el 3G que permitieron el envío rápido de ida y vuelta de información desde internet o entre dispositivos entre sí. Ahora en todo el mundo se instala el 4G y 5G, y ya se ha anunciado el lanzamiento de tecnología 6G. Esto ha hecho una revolución en nuestra forma de relacionarnos con la información y dispositivos, desde los teléfonos celulares de los cuales ya casi no nos despegamos (en Chile hay más de un celular por persona) a sistemas informáticos, industriales, máquinas y dispositivos conectados entre sí como si tuviesen una “mente” en común (hive mind).

Esta tecnología ha sido fundamental para el desarrollo de todas las aplicaciones de despacho en línea, cámaras remotas, fábricas con máquinas que anuncian sus propios desperfectos o falta de insumo, el abaratamiento de energías alternativas como la eólica y solar (por que permiten el mantenimiento a distancia), y el surgimiento de dispositivos inteligentes como los asistentes Siri y Alexa. Prácticamente todo dispositivo y máquina podrá estar conectado a futuro, ¡no nos extrañaría si en 10 años fuera normal tener hasta el microondas conectado a internet!

La Inteligencia artificial

imagen

Uno de los cambios más fundamentales, para la cuarta revolución industrial es el desarrollo acelerado de la inteligencia artificial. Aunque se ha teorizado y experimentado durante décadas (el mismo Alan Turing, publicó un paper llamado “El Juego de imitación” en 1950 jugando con la idea de computadoras capaces de pasar por humanos), curiosamente quienes más han aportado al desarrollo explosivo de la inteligencia artificial son las computadoras mismas, gracias al método de programación “Machine Learning” el aprendizaje de máquinas; en el que los programadores crean software y sistemas que modifican su propio código para lograr cumplir una función programada, de manera muy similar a cómo las personas aprenden.

Para entenderlo más fácil, es cómo si a una persona le dijeran una instrucción del tipo “balancea una escoba”; claro, a esta se le podrá caer varias veces en un comienzo, pero de a poco irá encontrando una y otra vez el mejor punto de balanceo modificando de a poco la postura y movimientos de la mano y cuerpo para que esta se balancee el mayor tiempo. Es así como las computadoras mediante los métodos de Machine Learning modifican su propio código, mediante un feedback positivo para lograr objetivos antes muy difíciles o tediosos de programar por las personas. Las mismas máquinas se programan a sí mismas: los computadores y programas creados con ML ya no necesitan miles de líneas de código que detallen cada movimiento o proceso de manera específica como se hacía hasta la década pasada, ahora lo harán por su propia cuenta dado suficiente tiempo y procesamiento.

Esto llega a veces a momentos algo espeluznantes, como cuando en 2017 Facebook creando un chatbot (un tipo de asistente virtual de conversación) los puso a “conversar” entre sí y tuvo que apagar el experimento pues estos rápidamente comenzaron a crear su propio lenguaje incomprensible para los humanos. Pero no por esto tenemos que tener a un terminator modelo T-800 en mente. Muchas tecnologías e inventos recientes están haciendo cosas antes impensables para las máquinas del pasado con un inmenso potencial para ayudar a la humanidad: se están desarrollando inteligencia artificial médica que ayuda a detectar o diagnosticar enfermedades mejor que el más experto de los médicos, vehículos que se manejan por su cuenta, predecir el clima o terremotos, hacer contabilidad y CRM, sistemas que nos permitirán traducir un idioma desde un audio o imagen en tiempo real con la precisión del mejor experto hasta el punto de incluso poder comunicarnos con otras especies. Con la inteligencia artificial moderna, no pareciese haber límites.

Los cambios que YA han ocurrido en Chile

Actualmente las tecnologías de la industria 4.0 ya han llegado a nuestro país y se instalarán, es cosa de salir a la calle (o mirar por la ventana, si aún uno está en cuarentena) y podrá ver cientos de motoristas que llevan pedidos de delivery. En la mano, si uno tiene un celular moderno verá como ahora ni siquiera es necesario escribir si no que sólo basta darle comandos de voz, cuando uno compra por internet, verá productos recomendados como si nos conociera mejor que un amigo o pareja. A nivel industrial, muchas empresas de todos los rubros, desde agricultura a minería y retail, ya antes de la crisis de 2019 comenzaron a implementar tecnología a veces provocando el temor de los trabajadores como fue el paro de Julio de 2019 de los trabajadores de Walmart chile, producto de la automatización de varios procesos en sus tiendas.

Este fenómeno es el que causa más resquemor de la cuarta revolución industrial ¿Peligran nuestros empleos?. Un reporte de CLAPES UC de 2019 muestra que la probabilidad de automatización de un empleo promedio en Chile es de 42%, y que un 17% del total de los ocupados de entonces presentaba alto riesgo de reemplazo por tecnologías de industria 4.0. ¿Deberíamos preocuparnos por un futuro donde las máquinas nos reemplacen de nuestros empleos? Lee la siguiente y última sección para estar al tanto.

¿Qué puedo hacer? La Transformación Digital

No hay que entrar en pánico por las cifras. Hay que actuar. Así como nuestros bisabuelos cambiaron el campo por la ciudad, el caballo por el auto, o dejaron de lavar la ropa a mano para usar las lavadoras, los cambios que se vienen para las próximas décadas en la forma en cómo se trabajan y producen las cosas llevarán a profundas transformaciones. Curiosamente lo más probable es que las migraciones ya no sean del campo a la ciudad, si no que en el sentido contrario. La pandemia y su efecto sobre el teletrabajo adaptó muchos empleos para que se puedan hacer desde la comodidad del hogar, y dónde se ha hecho incómodo ha mostrado falencias que permiten determinar nuevas oportunidades de negocios o evidenciar dónde las personas son más poderosas que las máquinas.

Pero no sólo basta con sencillamente pasar de un cuaderno a una pantalla, todos deberemos adaptarnos a esta realidad, y capacitarnos como se hizo para las revoluciones industriales anteriores, aprender a usar y empoderarnos con estas tecnologías y cambiar nuestras forma de ver el mundo. Cambiar nuestro modo de hacer las cosas para el nuevo siglo. Es más que nada, un cambio cultural. Esta es en sí misma la esencia de la Transformación Digital.

No nos extrañará si luego en el mismo campo vemos servicios de delivery (que ahora llegan escaso), empresas y negocios que las maneje una sóla persona, a nuestros abuelos usando dispositivos o asistentes virtuales para la casa y su salud. También se evidenció que hay muchos empleos que por más que se intente, no se ven reemplazables como la educación presencial o las actividades al aire libre. Todas las empresas de Chile tendrán que adaptar sus metodologías de producción y servicio para integrar más tecnologías e internet, que en un comienzo será tedioso y engorroso como ya lo hemos evidenciado en carne propia durante las largas cuarentenas; pero a la larga, nos cambiará la vida y nos dejará más tiempo libre. Cada aspecto de nuestra vida cambiará, pero de eso se trata el mundo, el mundo es cambio.